23 de abril de 2018

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Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones - ACG Madrid

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El fin de semana del 20 al 22 de abril se ha celebrado la 55 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.

Este año, todas las actividades de la Jornada de Oración por las Vocaciones han sido en el Seminario Conciliar de Madrid, calle San Buenaventura, 9. Comenzó el viernes 20 de abril a las 20’30 con el Musical “El primer paso” sobre la vida de San Vicente de Paul, fundador de la Congregación de la Misión (padres paules) y de la Compañía de hijas de la Caridad.

A las 22’00.  Vigilia de inauguración presidida por D. Carlos Osoro, Cardenal-Arzobispo de Madrid. A continuación e ininterrumpidamente distintos grupos parroquiales, movimientos y vida consagrada nos hemos reunido para rezar al Señor por todas las vocaciones hasta el domingo 22 de abril.

La hora de la Acción Católica General de Madrid ha sido el sábado 21 de 10:00h. a 11:00h.


A continuación os ponemos el texto de nuestra oración:

I. Ofrenda del incienso

Señor Jesucristo, nuestro gran Dios,
Hijo unigénito de Dios Padre,
perfume es tu santo nombre
y hasta ti llega la ofrenda del incienso
y el sacrificio inmaculado desde todo lugar.
Te pedimos que aceptes nuestra súplica,
acoge nuestras oraciones como el incienso,
envía las vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada
que tu Iglesia necesita
para que en santidad te ofrezcan también
el buen olor de una vida entregada
a la causa de anunciar la alegría del evangelio
según la voluntad de tu Padre santo,
que es bendito contigo y con el Espíritu Santo
por los siglos de los siglos. Amén.

II. Saludo

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesús de entre los muertos, rompiendo las ataduras del pecado y de la muerte, esté con vosotros. Y con tu espíritu.

III. Monición

Queridos hermanos: Con motivo del domingo del Buen Pastor, nuestra Iglesia diocesana se une a la intención de pedir a Dios nuevas y santas vocaciones a la vida consagrada y sacerdotal. La Acción Católica participa de esta preocupación de la Iglesia y se asocia en esta intención a la oración: “Rogad al dueño de la mies que envíe obreros a su mies”. La vida sacerdotal y la vida consagrada manifiestan, junto con nosotros los laicos, la variedad de dones y carismas con los que Dios ha enriquecido al Cuerpo de Cristo. Ante Jesucristo, realmente presente en el sacramento eucarístico, y ungidos por su Espíritu con el sacerdocio bautismal, oremos unidos para bien de toda la Iglesia.




IV. Oración colecta

Padre santo,
aunque invitas a todos los fieles a alcanzar la caridad perfecta,
no dejas de llamar a muchos
para que sigan más de cerca las huellas de tu Hijo;
concede a los que Tú quieras elegir
con una vocación especial,
manifestar, con su conducta,
un signo claro de tu reino
para la Iglesia y para el mundo.
Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

V. Liturgia de la Palabra

V.I. Del libro del Apocalipsis
Ap 7, 9-17

Después de esto vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritan con voz potente: «¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!». Y todos los ángeles que estaban de pie alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y adoraron a Dios, diciendo: «Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén». Y uno de los ancianos me dijo: «Estos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?».
Yo le respondí: «Señor mío, tú lo sabrás». Él me respondió: «Estos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo. El que se sienta en el trono acampará entre ellos. Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono los apacentará y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos».

Responsorio

V. Jesús paseaba por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a dos hermanos: a Simón, también llamado Pedro, y a Andrés. Eran pescadores, y estaban echando la red al agua. Jesús les dijo: “Seguidme, y yo os haré pescadores de hombres”.
R. Cristo, después de haber ofrecido por los pecados un único sacrificio, está sentado para siempre jamás a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado definitivamente a los que van siendo santificados.
V. Al salir Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo: “Sígueme”.
R. Cristo, después de haber ofrecido por los pecados un único sacrificio, está sentado para siempre jamás a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado definitivamente a los que van siendo santificados.




V.II. Del evangelio según san Marcos
Mc 2, 13-17

Salió de nuevo a la orilla del mar; toda la gente acudía a él y les enseñaba. Al pasar vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dice: «Sígueme». Se levantó y lo siguió. Sucedió que, mientras estaba él sentado a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores se sentaban con Jesús y sus discípulos, pues eran ya muchos los que lo seguían. Los escribas de los fariseos, al ver que comía con pecadores y publicanos, decían a sus discípulos: «¿Por qué come con publicanos y pecadores?». Jesús lo oyó y les dijo: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores».

Responsorio

V. Jesús tomó la palabra y dijo: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas”.
R. No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
V. Pedro y Juan subían al templo, a la oración de la hora de nona, cuando vieron traer a cuestas a un lisiado de nacimiento. Pedro le dijo: «No tengo plata ni oro, pero te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, levántate y anda». Y agarrándolo de la mano derecha lo incorporó. Todo el pueblo, asombrado, acudió corriendo al pórtico llamado de Salomón, donde estaban ellos. Al verlo, Pedro dirigió la palabra a la gente:
R. No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.


V.III. De la exhortación apostólica del Papa Francisco Gaudete et exsultate
(GE 10.11.15)

“Lo que quisiera recordar con esta Exhortación es sobre todo el llamado a la santidad que el Señor hace a cada uno de nosotros, ese llamado que te dirige también a ti: «Sed santos, porque yo soy santo» (Lv 11,45; cf. 1 P 1,16). El Concilio Vaticano II lo destacó con fuerza: «Todos los fieles, cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos con tantos y tan poderosos medios de salvación, son llamados por el Señor, cada uno por su camino, a la perfección de aquella santidad con la que es perfecto el mismo Padre».
«Cada uno por su camino», dice el Concilio. Entonces, no se trata de desalentarse cuando uno contempla modelos de santidad que le parecen inalcanzables. Hay testimonios que son útiles para estimularnos y motivarnos, pero no para que tratemos de copiarlos, porque eso hasta podría alejarnos del camino único y diferente que el Señor tiene para nosotros. Lo que interesa es que cada creyente discierna su propio camino y saque a la luz lo mejor de sí, aquello tan personal que Dios ha puesto en él (cf. 1 Co 12, 7), y no que se desgaste intentando imitar algo que no ha sido pensado para él. Todos estamos llamados a ser testigos, pero «existen muchas formas existenciales de testimonio». De hecho, cuando el gran místico san Juan de la Cruz escribía su Cántico Espiritual, prefería evitar reglas fijas para todos y explicaba que sus versos estaban escritos para que cada uno los aproveche «según su modo». Porque la vida divina se comunica «a unos en una manera y a otros en otra».
Deja que la gracia de tu Bautismo fructifique en un camino de santidad. Deja que todo esté abierto a Dios y para ello opta por él, elige a Dios una y otra vez. No te desalientes, porque tienes la fuerza del Espíritu Santo para que sea posible, y la santidad, en el fondo, es el fruto del Espíritu Santo en tu vida (cf. Ga 5,22-23). Cuando sientas la tentación de enredarte en tu debilidad, levanta los ojos al Crucificado y dile: «Señor, yo soy un pobrecillo, pero tú puedes realizar el milagro de hacerme un poco mejor». En la Iglesia, santa y compuesta de pecadores, encontrarás todo lo que necesitas para crecer hacia la santidad. El Señor la ha llenado de dones con la Palabra, los sacramentos, los santuarios, la vida de las comunidades, el testimonio de sus santos, y una múltiple belleza que procede del amor del Señor, «como novia que se adorna con sus joyas» (Is 61,10)”.

Responsorio

V. Cuando ya habían comido, Jesús preguntó a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? Pedro le contestó: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo:
R. Recibe el Evangelio de Cristo del cual has sido constituido mensajero; convierte en fe viva lo que lees, y lo que has hecho fe viva enséñalo, y cumple aquello que has enseñado.
V. Saulo se presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas de autorización para ir a las sinagogas de Damasco, a buscar a los seguidores del nuevo camino y llevarlos presos a Jerusalén. Pero cuando ya se encontraba cerca de la ciudad de Damasco le envolvió de repente una luz que venía del cielo. Saulo cayó al suelo y oyó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” Saulo preguntó: “¿Quién eres, Señor?” La voz le contestó:
R. Recibe el Evangelio de Cristo del cual has sido constituido mensajero; convierte en fe viva lo que lees, y lo que has hecho fe viva enséñalo, y cumple aquello que has enseñado.

VI. Canto de alabanza: Aleluya




VII. Peticiones

- Señor Jesús, enviado por el Padre con la fuerza del Espíritu Santo, te pedimos por todos los niños, para que sean llamados a tu amistad y crezcan en tu amor. Kyrie, Kyrie eleison. Kyrie, Kyrie eleison
- Señor Jesús, enviado por el Padre con la fuerza del Espíritu Santo, te pedimos por todos los jóvenes, para que sean constantes en su fe y valientes en sus decisiones. Kyrie, Kyrie eleison. Kyrie, Kyrie eleison.
- Señor Jesús, enviado por el Padre con la fuerza del Espíritu Santo, te pedimos por todas las familias, para que vivan en comunión el evangelio y escuchen siempre tu Palabra. Kyrie, Kyrie eleison. Kyrie, Kyrie eleison.
- Señor Jesús, enviado por el Padre con la fuerza del Espíritu Santo, te pedimos por los ancianos y los enfermos, para que cuiden y fomenten las vocaciones con su oración y sus sacrificios. Kyrie, Kyrie eleison. Kyrie, Kyrie eleison.
- Señor Jesús, enviado por el Padre con la fuerza del Espíritu Santo, te pedimos por todos los que se preparan en los noviciados, para que crezcan en su formación y se preparen en la vivencia de los consejos evangélicos. Kyrie, Kyrie eleison. Kyrie, Kyrie eleison.
- Señor Jesús, enviado por el Padre con la fuerza del Espíritu Santo, te pedimos por todas las vocaciones a la vida consagrada, para que progresen en el amor a Cristo esposo y anuncien con su vida su segunda venida. Kyrie, Kyrie eleison. Kyrie, Kyrie eleison.
-Señor Jesús, enviado por el Padre con la fuerza del Espíritu Santo, te pedimos por todas las vocaciones al ministerio sacerdotal, para que sigan con humildad y docilidad la llamada del Buen Pastor. Kyrie, Kyrie eleison. Kyrie, Kyrie eleison.
- Señor Jesús, enviado por el Padre con la fuerza del Espíritu Santo, te pedimos por todos los sacerdotes, para que ejerzan su ministerio conformados a la cruz de Cristo y anuncien la alegría del Evangelio. Kyrie, Kyrie eleison. Kyrie, Kyrie eleison.
- Señor Jesús, enviado por el Padre con la fuerza del Espíritu Santo, te pedimos por todos los responsables de la formación en seminarios y noviciados, para que sean iluminados con la luz de tu sabiduría y la santidad en la pedagogía. Kyrie, Kyrie eleison. Kyrie, Kyrie eleison.
- Señor Jesús, enviado por el Padre con la fuerza del Espíritu Santo, te pedimos por todos aquellos que pasan momentos de dificultad en su consagración, por las dudas, las persecuciones o cualquier otro motivo, para que sean constantes y encuentren en ti la fuerza para perseverar. Kyrie, Kyrie eleison. Kyrie, Kyrie eleison.

VIII. Oración colecta

Oh Dios, que quisiste dar pastores a tu pueblo,
derrama sobre tu Iglesia el espíritu de piedad y fortaleza,
que suscite dignos ministros de tu altar
y los haga testigos valientes y humildes de tu Evangelio.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.




IX. Canto a la Virgen

Regina coeli, laetare, alleluia
Quia quem meruisti portare, alleluia
Resurrexit sicut dixit, alleluia
Ora pro nobis Deum, alleluia

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