25 de marzo de 2018

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Via crucis: 14ª Estación, El cuerpo de Jesús es puesto en el sepulcro.

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Comentario a  la Decimocuarta Estación del via crucis. Texto procedente del via crucis presidido por el Santo Padre Juan Pablo II, en el Coliseo romano, en el Viernes Santo de 2010.



DECIMOCUARTA ESTACIÓN
El cuerpo de Jesús es puesto en el sepulcro


V/. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
R./. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.

"Fue crucificado, muerto y sepultado..."

El cuerpo sin vida de Cristo fue depositado en el sepulcro. La piedra sepulcral, sin embargo, no es el sello definitivo de su obra.
La última palabra no pertenece a la falsedad, al odio y al atropello.
La última palabra será pronunciada por el Amor, que es más fuerte que la muerte.

"Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto" ( Jn 12, 24).
El sepulcro es la última etapa del morir de Cristo en el curso de su vida terrena; es signo de su sacrificio supremo por nosotros y por nuestra salvación.

Muy pronto este sepulcro se convertirá en el primer anuncio de alabanza y exaltación del Hijo de Dios en la gloria del Padre.
"Fue crucificado, muerto y sepultado (...) al tercer día resucitó de entre los muertos".
Con la deposición del cuerpo sin vida de Jesús en el sepulcro, a los pies del Gólgota, la Iglesia inicia la vigilia del Sábado Santo.
María conserva en lo profundo de su corazón y medita la pasión del Hijo;
las mujeres se citan para la mañana del día siguiente del sábado, para ungir con aromas el cuerpo de Cristo;
los discípulos se reúnen, ocultos en el Cenáculo, hasta que no haya pasado el sábado.

Esta vigilia acabará con el encuentro en el sepulcro, el sepulcro vacío del Salvador.
Entonces el sepulcro, testigo mudo de la resurrección, hablará.
La losa levantada, el interior vacío, las vendas por tierra,
será lo que verá Juan, llegado al sepulcro junto con Pedro:
"Vio y creyó" ( Jn 20, 8).
Y, con él, creyó la Iglesia, que desde aquel momento no se cansa de transmitir al mundo esta verdad fundamental de su fe: "Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicia de todos los que han muerto" ( 1 Co 15, 20).

El sepulcro vacío es signo de la victoria definitiva,
de la verdad sobre la mentira,
del bien sobre el mal,
de la misericordia sobre el pecado,
de la vida sobre la muerte.
El sepulcro vacío es signo de la esperanza que "no defrauda" (Rm 5, 5). "Nuestra esperanza está llena de inmortalidad" (Sb 3, 4).

ORACIÓN

Señor Jesucristo,
que por el Padre, con la potencia del Espíritu Santo,
fuiste llevado desde las tinieblas de la muerte
a la luz de una nueva vida en la gloria,
haz que el signo del sepulcro vacío
nos hable a nosotros y a las generaciones futuras
y se convierta en fuente viva de fe,
de caridad generosa
y de firmísima esperanza.
A ti, Jesús, presencia escondida y victoriosa
en la historia del mundo
honor y gloria por los siglos
R./. Amén.

Todos:
Pater noster, qui es in caelis:
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.

CantoQuando corpus morietur,
fac ut animæ donetur
paradisi gloria. Amén.

Bendición Apostólica.

V/. Dominus vobiscum.
R/. Et cum spiritu tuo.

V/. Sit nomen Domini benedictum.
R/. Ex hoc nunc et usque in sæculum.

V/. Adiutorium nostum in nomine Domini.
R/. Qui fecit cælum et terram.

V/. Benedicat vos omnipotens Deus,
Pater et Filius et Spiritus Sanctus.
R/. Amen

El via crucis completo lo encontramos en este enlace
 
Imagen del via crucis tomada de la web de la parroquia de Ntra Sra. de Madrid

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